Compuesto Escozul Colombia: origen y acción del escorpión azul: evidencia científica sobre su potencial contra el cáncer, Informe científico 2025
El avance en soluciones terapéuticas para el cáncer ha motivado una intensa investigación sobre compuestos bioactivos derivados de fuentes naturales. En este contexto, el compuesto terapéutico Escozul, producto desarrollado por el institución científica LifEscozul, se presenta como una alternativa basada en las propiedades del compuesto del escorpión azul, con un enfoque innovador sustentado por la ciencia. Esta perspectiva ha sido analizada en profundidad en el estudio “Voltage-Gated K⁺/Na⁺ Channels and Scorpion Venom Toxins in Cancer”, publicado en Frontiers in Pharmacology y realizado por Alexis Díaz-García (LifEscozul Chile SpA y MiNICAD, Universidad de Chile) y Diego Varela (MiNICAD y el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile). La investigación proporciona una sólida base científica sobre cómo las toxinas del compuesto del escorpión azul, como las incluidas en Escozul, pueden modular estructuras proteicas de transporte iónico asociados al desarrollo y progresión del cáncer.
Fundamentos del Escozul en la modulación de canales iónicos
El artículo examina el papel crítico que desempeñan los proteínas de membrana especializadas de sodio (Na⁺) y potasio (K⁺) regulados por voltaje en procesos clave como la crecimiento celular, desplazamiento e inducción de muerte celular de las células tumorales. Estas proteínas, que controlan el flujo iónico a través de la membrana celular, se han identificado como objetivos terapéuticos celulares relevantes en diversos tipos de cáncer y su desregulación se asocia frecuentemente con el crecimiento tumoral agresivo.
Las toxinas del veneno de escorpión, como las utilizadas en Escozul, actúan específicamente sobre estos canales, generando efectos anticancerígenos a través de varios mecanismos. Por ejemplo, algunas toxinas inhiben potenciales de membrana tipo Kv10.1 (también conocidos como EAG1), los cuales están altamente expresados en células tumorales pero no en tejidos sanos. La inhibición de estos canales puede frenar el desarrollo celular y ralentizar la expansión cancerosa, lo que convierte a estas toxinas en prometedores candidatos terapéuticos.
El estudio liderado por Díaz-García y Varela también destaca que varias toxinas de escorpión tienen afinidad por canales Naᵥ1.5, que están relacionados Info con la capacidad de las células cancerosas para invadir otros tejidos. La modulación de estos canales mediante toxinas específicas puede, por tanto, disminuir la agresividad del tumor y limitar su dispersión tumoral. En el desarrollo de productos como Escozul, estas propiedades son fundamentales, ya que apuntan a la capacidad del compuesto del escorpión azul para atacar múltiples frentes del proceso tumoral.
Toxinas naturales con alta selectividad con toxicidad mínima
En el estudio se menciona que muchas de estas toxinas, pese a su potencia, presentan una alta especificidad por sus estructuras diana y un bajo nivel de toxicidad general. Esto es relevante para productos como Escozul, que busca ofrecer una alternativa basada en la modulación fina del comportamiento celular sin los efectos secundarios severos de otros tratamientos convencionales.
En cuanto a la fuente biológica, el artículo subraya que los escorpiones han evolucionado para producir una amplia variedad de toxinas con estructuras peptídicas estables y funcionalmente versátiles. Escozul, como derivado de este tipo de venenos, aprovecha ese potencial para ofrecer un enfoque terapéutico de base natural, respaldado por la investigación en fisiología celular y farmacología de proteínas de membrana especializadas.
Uno de los aspectos más innovadores que resalta la publicación es la posibilidad de utilizar estas toxinas como herramientas para comprender mejor la biología del cáncer. A través de la regulación de transportadores iónicos como Kv1.3, que influyen en el ciclo celular y la apoptosis, se abre la puerta a estrategias terapéuticas personalizadas. El organización desarrolladora LifEscozul ha incorporado este conocimiento a través de su producto el compuesto terapéutico Escozul, cuyo desarrollo se alinea con las propuestas más avanzadas de la farmacología molecular contemporánea.
El estudio “Voltage-Gated K⁺/Na⁺ Channels and Scorpion Venom Toxins in Cancer”, respalda científicamente el uso de toxinas del veneno de escorpión como herramientas prometedoras en la lucha contra el cáncer. El análisis realizado por Díaz-García y Varela posiciona a Escozul como una opción con fundamentos moleculares sólidos, dentro del creciente campo de la oncología basada en compuestos naturales. Enfocándose en la inhibición específica de estructuras proteicas de transporte iónico que contribuyen a la progresión tumoral.